EL DOBLE SAGRADO

Venimos a esta vida, en buena parte, a recordar quienes somos. Recordar quienes somos en cierta medida pasa por liberarnos de una falsa imagen que “hemos construido” a lo largo de nuestras vidas. Esta falsa imagen consume casi toda la energía que la persona tiene, y ancla el punto de encaje en una posición fija: El tonal (la realidad percibida por los sentidos tal se considera de manera consensuada socialmente). Cuando somos niños el punto de encaje es muy sensible y activo (abierto).   Según el niño crece,  el punto de encaje queda anclado en las posiciones socialmente “consensuadas” y admitidas sin previa integración: Como percibimos el mundo está estrechamente relacionado a como nos percibimos a nosotros mismos. Miramos el mundo con las lupas que nos hemos adjudicado y llevamos puestas.

Si el hecho de considerar el punto de encaje como algo material energetico, supone un “conflicto”, simplemente tómenlo como un símil de lo que es la posición de la conciencia.

El primer paso para acceder a la memoria de quienes somos realmente, pasa por liberarnos del contenido que forma la construcción de la imagen de quienes somos, la identidad o el “falso” yo. Esta imagen trucada, no permite que podamos movilizar la energía y el punto de encaje hacia el recuerdo de la memoria de quienes somos, ya que mantener esta imagen (posicionada del punto de encaje) conlleva gran cantidad de la energía disponible que una persona posee, ya que la consciencia también esta forjada y fijada en esta imagen considerada como la verdad, o nuestra verdad.

La recapitulación es una vía de recuperación de la energía que se recupera al des-construir el falso yo. Paralelamente y conjuntamente, a y con la recapitulación, es necesario que se dé un trabajo de poder, como pueden ser el trabajo con la meditación, o/y el ensueño (otras prácticas de poder).

Finalmente las practicas de poder se dinamizan al implementar la atención consciente en estos ámbitos de nuestras vidas (la meditación o el ensueño). Dicho de otra forma, cuando se realiza correctamente la meditación o el sueño lucido, la atención consciente esta activa y se manifiesta dándonos esa capacidad de darnos cuentas, de ser conscientes de los contenidos y significados en términos de consciencia y de energía (experienciales), más que cognitivos.

Ahora cómo llegamos a recordar, conectar con ese otro yo que duerme en una especie de limbo –esta es una especie de ente que llevamos anclado a nuestro cuerpo-  es una de las claves. La forma de conectar se lleva a cabo a través del intento. El intento moviliza es el punto de encaje, hacia la posición que nos conecta conscientemente con este nuestro otro yo, el doble sagrado, y desde ahí surge el movimiento de la voluntad, el intento.

Antes de esto es imprescindible que el punto de encaje tenga la capacidad de movilizarse al punto donde la consciencia emana desde lo que se conoce como el vacio o conocimiento silencioso, o dicho de otra forma, movilizar el punto de encaje a la posición de la vacuidad o conocimiento silencioso. Para esto el intento que han realizado los chamanes y patriarcas, es una ayuda tan grande como viajar en hombros de gigantes, ya que su intento es la fuerza que es transmitida de generación en generación desde la noche de los tiempos. Este intento es el que se nos presta, cuando nos unimos a una tradición autentica, para que nos realicemos más allá de nuestros límites.

Lo que posibilita movilizar el punto de encaje a la posición del conocimiento silencioso como enclave de vacuidad y ecuanimidad, es permitir ir más allá de uno mismo, y que el contacto con el doble sagrado, recuerdo de quienes somos, no se parasitado por fuerzas ajenas, y así permita que el doble sagrado esté libre de cualquier influencia que no sea la pura consciencia que nace del sentimiento puro, y la experiencia en lo sagrado. En este punto cabe distinguir dos cosas; los pensamientos, formaciones mentales y emociones como producto del ego y de la importancia personal, y el sentimiento puro que emana de la experiencia en los sagrado

Venimos a este mundo para poder re-conquistar la consciencia de nuestra esencia, desde la más profunda oscuridad, asimilando la polaridad de la oscuridad y transitando a la luz. Esta es una batalla, una acción de poder “personal”  como manifestación de nuestra totalidad. Necesitamos esta experiencia de la vida para expandirnos desde la totalidad de la conciencia. Dicho de otra forma, el doble sagrado nos necesita,  para que polaridad sombra sea integrada. Nunca estamos solos, este es un trabajo en el que el universo está inmerso, ya que la consciencia es como una gran red neuronal de la que formamos parte. A demás nosotros (desde una instancia más profunda de nuestro ser multidimensional) hemos elegido estar en este plano

Hemos llegado al tiempo en el que veremos cosas grandiosas, y eso significa que antes veremos las sombras que empañan el espejo precioso en que la humanidad vive.

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Glosario

Punto de encaje: Centro energético -como una pelota de tenis- cuya posición esta un brazo de distancia del centro de los omoplatos, hacia el exterior del cuerpo físico. Cuando se
moviliza determinadas posiciones, facilita que pasen los diferentes filamentos de luz e información que permiten la percepción de dimensiones múltiples. Este interrelaciona con los chakras

Intento: Es un acto mágico nacido de la “voluntad”, voluntad como sinónimo de la expresión de el propósito sagrado con el que cada uno ha nacido, y que nos empuja desde un campo de alta vibración para realizar los propósitos de vida. En el arte del acecho es el acto mágico y misterioso con el que el guerrero de la luz conecta y transita por dimensiones de realidad paralelas y múltiples.

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